Sobre Cage, el silencio y el mercado
“Se hace el silencio. No tengo nada que decir, y lo estoy diciendo, y eso es poesía”
“4´33′´ es una obra musical en tres movimientos realizada por el compositor americano de vanguardia John Cage en 1952. La pieza puede ser interpretada por cualquier instrumento o conjunto de instrumentos. En la partitura, con una única palabra, ‘Tacet’, se indica al ejecutante que ha de guardar silencio y no tocar su instrumento durante cuatro minutos y treinta y tres segundos. Aunque comúnmente se considera que se trata de ‘Cuatro minutos y treinta y tres segundos (de silencio)’, en realidad el material sonoro de la obra lo componen los ruidos que escucha el espectador durante ese tiempo”.
Obviamente la obra responde a un planteamiento intelectual. Se trata de una propuesta experimental en la que se juega con la participación del espectador y por tanto, para desarrollarse, requiere de, al menos, un ejecutante y un oyente, es decir, de una cierta relación comunicativa presencial. Basta con callar. Estamos ante una obra escénica más que musical, una performance colectiva con el silencio como excusa. Como bien expresa el anterior párrafo de la Wikipedia, la obra no es el silencio, sino el ambiente sonoro que éste provoca en la ejecución de la performance. El silencio es la partitura, el soporte, el estímulo, pero nunca la obra, porque eso sería, sencillamente, ridículo. ¿Queréis ver como se interpreta el silencio? Pulsen y vean….
4´33´´ de John Cage para piano:
Alucinante ¿no? Pues el caso es que lo que me ha llevado a escribiros sobre Cage no es exactamente la obra en cuestión sino el increible hecho de que se comercialice. Veréis, entiendo que las compañías busquen nuevas formas de llegar al consumidor pero a mi lo de vender silencio, más que creativo, me ha parecido el timo de la estampita musical. No os lo perdáis: la iTunes Store, la tienda on line de Apple, oferta la posibilidad de comprar cada uno de los tres movimientos de la obra al módico precio de 0´99 dólares por movimiento y la obra completa, con todos sus segundos de silencio (ni uno más ni uno menos) por 1´49 dólares. Vamos, una auténtica oportunidad…
No hace mucho vi un reportaje en televisión en el que unos listillos de Tarifa mostraban el último producto comercial que habían puesto a la venta: ¡¡LATAS DE AUTÉNTICO VIENTO GADITANO (a elegir entre poniente y levante)!! Entonces pensé que ya lo había visto todo en el mundo del marketing pero tengo que reconocer que lo de la venta de silencio en tres movimientos me ha dejado helado. Además, me pregunto yo que opinará la SGAE sobre este curioso asunto porque que el silencio también es música es una verdad ampliamente reconocida pero… ‘también’, es decir, en combinación con el sonido. Y si el sonido lo pongo yo, ¿cómo vas a cobrarme el silencio? ¿No vamos ni a medias con los derechos de autor? En fin, las cosas del mercado… :-)
PS22
Est@s niñ@s me emocionaron mucho desde el primer día que los escuché. Hay algo especial en ellos, algo que los hace distintos. PS22 Chorus toman su nombre de la escuela de primaria a la que pertenecen, la Public School 22, de Graniteville (Staten Island), en Nueva York. Estudian quinto grado, tienen entre 10 y 12 años y se van renovando anualmente. La labor que está realizando su profesor, Gregg Breinberg, es impresionante: ha conseguido embaucarlos con su guitarra para que los/as chicos/as canten temas de Crowded House, The Doors, Keane, Madonna, Alpha, The Velvet Underground, Massive Attack, Regina Spektor, The Bangles, Pulp o Fleetwood Mac, etc. Tienen un blog y un canal de YouTube en el que publican sus vídeos y se han hecho tan populares que los admiradores se cuentan por miles en el mundo entero. Entre sus seguidores se encuentran Neil Finn, de Crowded House o Suzanne Vega. ¡Un ejemplo más del poder transformador de la música!
Ok Go!
¡Menuda coreografía se montan estos señores con unas cuantas cintas mecánicas! Here it goes! :-)
Somos muy afortunados
Seguro que más de una mañana te costó levantarte para ir al Instituto… Está claro que ese despertador a horas tan tempranas no le sienta a bien a nadie ¿verdad? Y encima a más de uno le toca esperar el autobús del transporte escolar para luego tener que aguantar seis horas de clase… Ufff… si es que es muy duro ¿a que si querid@s alumn@s? A esas horas no resulta extraño encontrarse con caras “raras” en clase :-), vamos, caras de… Gustavo ¿qué me estás contando? ¿pero tú sabes el sueño que tengo yo?. En fin, un suplicio… El caso es que el otro día, visitando el blog de mi amigo Emilio, me encontré con este vídeo y pensé que igual os resultaba interesante conocerlo por eso de acercaros a otras realidades. Nunca viene mal eso de contrastar… Os dejo con los niños del cable y ya me contaréis.
Niños transformados por la música…
“Lo más miserable, lo más trágico de la pobreza no es la falta de pan y de techo, es el sentirse nadie, el no ser nadie, el carecer de identificación, el carecer de estima pública, el ser ignorado, y es por eso que el desarrollo del niño en la orquesta y el coro lo proyecta con una identidad noble, lo convierte en un modelo para su familia y para su comunidad”
Hace algún tiempo publiqué un post sobre el proyecto de las Orquestas Juveniles de Venezuela promovido por José Antonio Abreu, Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2008. Hoy quisiera acercaros un poco más a este magnífico proyecto a través de dos de sus figuras más relevantes. En primer lugar os presento un vídeo extraido de TED en el que Abreu expone los pilares sobre los que levantó su sueño y, sobre todo, nos acerca con pasión al poder transformador de la música:
Por último os dejo con Gustavo Dudamel, uno de los directores más prometedores de la escena musical actual, un hijo del sueño de Abreu que, con talento y mucho, mucho trabajo, ha alcanzado las cimas más altas dentro del mundo de la música. Alumnos y alumnas: TRABAJO Y TALENTO, y éstos son los resultados…