¡Comic a capella!
El otro día iniciamos un pequeño paseo por la música a capella que vamos a continuar hoy con una entrada un poco más “particular”. La obra que os quiero presentar hoy, Stripsody, de Cathy Berberian, nos servirá para introducirnos en dos aspectos interesantes de la música contemporánea: la grafía y el uso de la voz.
Cathy Berberian (1928-1983) no sólo fue una mezzosoprano fantástica sino que, además, compuso algunas obras bastante interesantes. Es considerada la mejor y más popular intérprete de música contemporánea de su tiempo y si algo destaca en ella es su versatilidad, es decir, la capacidad que tuvo para cantar música muy diferente. Su repertorio abarca desde Monteverdi (S. XVII) hasta versiones de The Beatles pasando por obras contemporáneas de la vanguardia más rompedora. Cathy pretendía con ello romper los prejuicios de las élites de la música clásica con respecto a la música popular.
De forma paralela aparecía en las artes plásticas el PopArt (arte pop), un importante movimiento artístico de la segunda mitad del siglo XX que se caracteriza por el empleo de imágenes de la cultura popular tomadas de los medios de comunicación, tales como anuncios publicitarios, comics, etc. El arte pop buscaba utilizar imágenes populares en oposición a la cultura elitista que existía alrededor de las “Bellas Artes”. Andy Warhol o Roy Lichtenstein son dos de los pintores “pop” más destacados.
Pues bien, Cathy Berberian funde ambas cosas en Stripsody. Todos hemos leido comics y sabemos que se emplean onomatopeyas para representar sonidos (¡Honk!, ¡Paf!, ¡Ah!, ¡Clonc!, ¡Uf!, ¡Ay!, ¡Muuu!, ¡Snif!). La propuesta de Berberian es darle “vida sonora” a esas sílabas tan cercanas a nuestra infancia. Pero claro, aquí surge otro problema… Y eso, ¿cómo se escribe? En el siglo XX gran parte del universo musical que se construyó durante siglos se desmoronó como un castillo de naipes y la evolución de la notación musical es un buen ejemplo de ello. La idea “clásica” de encerrar los sonidos en líneas y espacios dejó de tener sentido para muchos compositores ya que no conseguían expresar de esa forma todo lo que querían contar. La partitura se volvió más abierta y libre y el intérprete recobró un importante protagonismo. ¡Mirad un fragmento de Stripsody!
(Pincha sobre la imagen para ampliarla)
Para terminar os dejo la interpretación de Cathy Berberian:
Si queréis conocer mejor a esta cantante tan polifacética entrad aquí. ¡En la playlist podéis escuchar algunas de sus interpretaciones! :-)