Saltando barreras
La música es un lenguaje universal. No distingue colores, razas, religiones o sexos. Transmite sin más y, como por arte de magia, comunica y emociona llenando de vida miles de sonidos invisibles. El lenguaje de signos, como la música, es una forma de comunicación asombrosa, eficaz, muy expresiva y casi universal, que todos deberíamos aprender, por los menos en su forma más básica, para hacer el mundo un poquito más accesible. ¿Qué ocurre cuando se unen estos dos lenguajes universales? ¿Cómo escucha la música un sordo?
A todas esas personas que, desde su silencio interior, nos enseñan a escuchar el mundo con el corazón.
Es muy interesante.