Un violín de leyenda
Hay instrumentos que han sido testigos de momentos históricos y, además, les pusieron banda sonora. Uno de ellos es el violín que usó el director de la orquesta del Titanic, Wallace Hartley, para ayudar a tranquilizar a los pasajeros mientras el enorme barco se hundía. El famoso instrumento cuenta con todos los ingredientes de un objeto de leyenda. Cuentan que la orquesta no cesó de acompañar a los pasajeros con su música hasta el último momento y tocó el himno Nearer, My God, To Thee mientras los pasajeros se subían a los botes salvavidas. El violín de Hartley había sido un regalo de su prometida Maria Robinson con quien iba a casarse a su vuelta. Desgraciadamente Wallace murió junto a otras 1.500 personas cuando el transatlántico naufragó en 1912 y el violín, del que nunca quiso separarse, apareció atado a su cuerpo. El instrumento siempre se había dado por perdido, pero fue hallado por casualidad en el ático de una casa en 2006, lo cual fue recibido con alegría por los amantes de la historia del Titanic. Las pruebas posteriores realizadas al instrumento han demostrado que es auténtico. A excepción de dos grandes grietas, causadas por la humedad, tanto el violín como su estuche se encuentran en perfecto estado y, de hecho, ha sido subastado recientemente, alcanzando un precio de más de un millón de euros… Una bonita historia ¿no? ;-)